sábado, noviembre 21

Esa vez que me intoxiqué.


Me levanté tarte porque tenía una caña atroz y me dolía mucho la cabeza aunque en realidad no habia tomado tanto entonces no se habrán sido cinco latas y un par de tequilazos si igual no era tanto y me acuerdo de todo jaja si me acuerdo del alemán rico que me hablaba puras tonteras y que trataba de convencernos de un monton de cosas maravillosas en verdad era muy rico y bailaba genial incluso trató de enseñarme a bailar merengue o salsa no se pero la weá es que era rico y que me acuerdo de todo bueno de casi todo porque hay unas fotos donde salgo sin polera en bikini con un monton de minos con sudados con cara de calientes que no tengo idea quienes serán pero facebook no discrimina y aunque sean fotos muy bizarras y decadentes las muestra igual y a todo el mundo y yo ni siquiera me acuerdo de haberme sacado la polera y tampoco entiendo porqué me duele la cabeza y estoy super mareada no se que onda y tomo y tomo agua y no se me pasa la sed y tengo demasiadas ganas de vomitar y mucho miedo no cacho que me pasa porque no hay razon para la caña que tengo y por más que trato de entender y tampoco me acuerdo haber comido o tomado o fumado algo raro que justifique esto y cuando me pasé las manos por el pelo llevada por la desesperación me di cuenta que tenía cuernos y corrí a mirarme al espejoy no eran cuernos sino que antenas moradas y estaba enterita de color celeste y las manos moradas loco y me salieron alas y de muro miedo me puse a llorar y más sorpresa porque lloraba algo rosado tipo la salsa de frutilla de los chocolates que me comí el otro día y mi pelo se empezó a caer en mechones y mis pestañas se pusieron blancas y salí corriendo de mi casa asustadísima a la sala de urgencias y todo era como de algodon y dulces y flores y los colores estaban ultra saturados como un mal efecto en photoshop y me costaba ver entre las pelusas de platanos orientales y cuando llegué al hospital no habia nadie más que unos pandas jugando y el doctor que me atendió era una hormiga gigante con cara de persona con bata blanca y salí por la ventana corriendo hasta que me topé con un arcoiris y corrí y corrí sobre él a ver si llegaba a la olla de oro con el duende irlandés y si ahí estaban y entré a la olla y caí en mi cama y me desperté tan mareada y con tanto miedo que me puse a llorar y cuando se me pasó el llanto miré mi velador y en él había un frasco que decía "bébeme" y comprendí todo.

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