El martes en la noche entré a la escuela militar a una cuestión que se llamaba Cadete por un día.
Loco, lejos ha sido la mejor experiencia de mi vida.
No les pienso contar, porque me demoraría mucho. Pero cómo habrá sido mi felicidad, que la primera noche no dormí de pura ansiedad. Y me demoré 7 minutos más o menos en levantarme, hacer mi rollo (un weveo con la cama), sacarme el pijama, estirarlo i doblarlo (sin hacer la cama aun), ducharme, lavarme el pelo, vestirme y guardar mi ropa. Soy una crack!!
Debo decirlo, mi estado físico está lejos de ser bueno, pero en realidad eso es algo que se hace mientras estás allá, o sea, para algo son 4 años.
Creo que hay pocas cosas en el mundo que me han hecho sentir tan... hinchada de felicidad como esto.
Cuando yo era chica, mi papá (que fue carabinero... y brevemente marino, cuando era pendejo), veía la parada militar sagradamente todos los 18 de septiembre. Y mientras los milicos y marinos desfilaban en la tele, mi papá me hacía desfilar por el pasillo de la casa con su gorra de paco. Y mis canciones de cuna de casi todas las noches, cantadas por él, obviamente, eran marchas militares. Loco, me se casi todos los himnos, o vergonzosamente me los sabía y los olvidé.
Entonces, anoche, mientras estabamos en Retreta (una cosa... muy pajera) y apareció el Curso Militar en el Alpatacal marchando y cantando un himno maravilloso con la banda de guerra de fondo... casi lloro. Nunca había sido tan feliz. Ok, kizá si. Pero esta vez era distinto, me sentía orgullosa de mi misma por estar ahí, levantandome a las 6 de la mañana, habiendo hecho ejercicio, comido con cadetes, dormido con cadetes, corrido con ellos y compartido con ellos y como ellos todo el día.
Si, era casi puro marketing, y probablemente sus vidas no son tan felices como las vimos. Y probablemente fui de las pocas que vio felicidad dentro de todo eso, y es que no se imaginan lo bien que me sentía.
Y tengo hasta el miércoles (fecha propia impuesta por mi) para decidirme en si voy a comprar mi prospecto y así el proximo año me hago compañera de Fuentes y Araya y Tapia y Wilder, o si continúo con el plan inicial que era estudiar publicidad con minor en diseño gráfico, titularme aprox a los 22.
El asunto; los pro y los contra de todo.
Publicidad: me permite desarrollar todo mi talento artístico y creativo, que me parece, no es menor. me permite realizar todo lo que pretendo, a largo plazo. es decir, podré trabajar mientras estudio y juntar plata para independizarme más o menos rápido, podré tener una vida relativamente relajada, una juventud plena y todo eso....
Escuela Militar: me sentiría infinitamente orgullosa de mí misma, sería como realizar el sueño de toda mi vida. realmente sería mágico, no tengo otra palabra. luego viene eso de estar encerrada 5 de 7 días a la semana al menos, ya que pueden ser 7/7... el estado físico se adquiere, levantarse temprano no es problema, las órdenes tampoco. pero la falta de ARTE en la misma, me abisma. pensar en estar semanas sin un pincel, sin tiempo para dibujar... loco, sin poder escribir! creo que dentro de las infinitas cosas que me motivan a entrar, es muy importante ke considere también que de cualquier forma sería un ser humano íntegro desarrollado en muchas materias, PERO no en la más fascinante que tiene mi vida y de la cual estoy muy orgullosa: no podría desarrollar mi espontaneidad, mi chispa, mi arte.
Creo que hasta el momento es duro. Muchos pro, sin contra. Muchos pro, con una gran contra. Pero es que weoooon, no se imaginan como me sentía estando allá, formando para hacer todo, ordenando la ropa de forma específica, escuchando himnos, chorreando solemnidad y ranchando la magia de saber que eres superior al resto de los civiles....
cuándo sea miércoles y tenga las quince lucas para ir a comprar el prospecto y postular... no se que voy a hacer.
jueves, agosto 20
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